Exposición de cerámicas otomanas de Iznik del siglo XV, de bellos colores azules cobalto, turquesas y rojos sobre pastas blancas ricas en cuarzo y vidriados de plomo, pintadas por manos espertas con un gran sentido de la decoración, muy elaboradas y elegantes, destinadas a cubrir muros de los edificios más singulares como Santa Sofía en Estambul, Palace Topkapi de Estambul