La Escuela deCerámica de Moncloa atesora 17.000 obras artísticas y 5.000 fotografías de Misiones Pedagógicas.
El Ayuntamiento de Madrid posee uno de los ajuares patrimoniales más importantes y desconocidos de la ciudad: 17.000 obras artísticas y más de 5.000 fotografías históricas. Permanecen guardadas en el interior de la Escuela Municipal de Cerámica de Moncloa, fundada en 1911, que ocupa un conjunto de edificios de vivo ladrillo rojo situado junto al cementerio de La Florida, no lejos de la Rosaleda del Parque del Oeste.
Hasta 320 alumnos de diversas nacionalidades, desde estadounidenses a japoneses, han recibido anualmente allí formación artística. Sin embargo, la Concejalía de Familia y Servicios Sociales ha cancelado su matriculación. Argumenta su decisión en razones de inseguridad derivadas el estado de sus hornos eléctricos y de gas. "Mientras no se solucionen esos problemas, debe permanecer cerrada", dice un portavoz de la concejalía, que alude a un informe técnico para fundamentar el cierre.
Sin embargo, fuentes de la escuela demandan tal informe, que la concejalía no les ha facilitado. "Los hornos no se emplean hasta mediado el curso", aseguran. "Este cierre ahora puede matar la escuela", añaden. Por su parte, Izquierda Unida, por boca de Milagros Hernández, edil portavoz de Familia y Servicios Sociales, ha denunciado en comisión municipal que la cancelación de matrículas oculta el propósito de cerrar el centro definitivamente por falta de presupuesto, para cederlo al Gobierno regional.
Al amor de una gran chimenea con forma de tinajón, que en su día sirvió de horno a la Real Fábrica de La Moncloa, cuatro pabellones de una altura, con los muros cubiertos de hiedra y nombres tan evocadores como los de Goya o Sorolla, albergan hornos, talleres y aulas donde hasta 320 alumnos estudian arte en una escuela cargada de veteranía, a punto de cumplir 100 años. Su fundador fue Francisco Alcántara, un prócer vinculado al ideario de la Institución Libre de Enseñanza, dedicado en cuerpo y alma a la didáctica de las artes. La Junta de Ampliación de Estudios, organismo estatal ilustrado nacido a la sazón, la homologó como centro docente y la escuela comenzó su andadura en 1911.
Alcántara recogió el legado y las instalaciones de la Real Fábrica de La Moncloa, heredera a su vez de la de porcelanas del Buen Retiro, destruida durante la ocupación de Madrid por Napoleón. La Escuela, prohijada desde sus orígenes por el Ayuntamiento de Madrid, se involucró en proyectos didácticos de alcance, como lo fueron las Misiones Pedagógicas, que rescataron la cultura del medio rural. Fruto de aquellas misiones fue gran parte de las 5.000 fotografías sobre cristales, sin gofrar, que Aniceto García-Villar y alumnos de Alcántara tomaron en comarcas como La Maragatería leonesa.
Contó igualmente con el impulso de Daniel Zuloaga, ceramista de nombradía universal, cuya maestría impregnó de saber la naciente escuela y, con la colaboración de los escolares, sembró Madrid de deslumbrantes obras suyas, desde los zócalos del palacio de Cristal del Retiro hasta el hospital de Maudes, los orejones del Instituto Geominero o la decoración cerámica de la plaza de Canalejas, incluso la Casa Rosada, sede presidencial en Buenos Aires. Por sus aulas desfilaron artistas cuyas 17.000 obras y bocetos -sobre todo pictóricas, desde aguadas a acuarelas y óleos, muchas de ellas de trasunto costumbrista- han podido conservarse gracias a la profesionalidad de funcionarios municipales que lograron rescatar de la basura archivos desdeñados por políticos ignorantes de su riqueza. La Escuela conserva esas obras guarecidas en uno de sus pabellones. Hoy es un centro replegado en sí mismo por temor a que la crisis lo asfixie antes de cumplir 100 años.
Rafael Fraguas.